Los humanos llevamos comiendo setas desde tiempos inmemoriales, de tal forma que se han convertido en parte de la gastronomía de cualquier país, Por otro lado es un placer salir en los días de otoño al monte a recolectarlas, no solo por el gusto de encontrar aquella que vamos buscando, sino por le mero echo de pasear por el campo y pasar la mañana de forma diferente.
En esta receta os voy a explicar una forma tradicional de preparar niscalos. Se trata de una receta extendida por el sur de la provincia de Zamora y que mi abuela hacia.
Ingredientes:
- niscalos
- media cebolla
- 2 dientes de ajo
- 1 hoja de laurel
- una cucharadita de pimentón (si es picante mejor)
- cominos
- 2 cucharadas de aceite
- sal
Hayamos cogido los niscalos nosotros mismos en el monte o los hayamos comprado en el mercado, lo primero que haremos es limpiarlos. Para ello, ayudados con un cuchillo afilado, cortaremos y rasparemos con cuidado de no romper la seta aquellas partes que comienzan a presentar un cierto color verde. Ese color se debe a la oxidación de la propia seta una vez recogida, de tal manera que a mayor tiempo desde su recogida mayores zonas verdes presentara. Una vez retiradas esas partes lavaremos con abundante agua para retirar también toda la tierra que pueda presentar.
Una vez limpios ponemos los niscalos a cocer junto con la media cebolla y el laurel. En media hora aproximadamente deberían estar tiernos y listos. Los escurrimos bien, desechamos la cebolla y el laurel y reservamos el caldo de la cocción.
En un mortero unimos los dos dientes de ajo y un puñadito de cominos y machamos bien. Ponemos el aceite a calentar en una sarten y añadimos la mezcla del mortero. dejamos que dore un poco y añadimos los niscalos y una cucharadita de pimentón. Dejamos unos segundos que se sofría el pimentón, pero evitando que se queme y añadimos caldo de cocción hasta casi cubrir los niscalos.
Dejaremos reducir la salsa al gusto.
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