Pollo guisado tradicional

Esta receta es una de esas que pasan de generación en generación en una familia. La hacia mi abuela, la hacia mi madre y ahora la hago yo. En su origen era una receta para cocinar pollo casero, criado en casa, de carne más dura que el pollo que habitualmente compramos, por eso se cocina con vinagre y después se cuece a fuego lento, con la intención de dejar una carne blandita y jugosa. Os ánimo a realizarla pues estoy seguro de que os encantará. 

Ingredientes:

  • 1 pollo
  • 2 dientes de ajo
  • 1 hoja de laurel
  • media cebolla
  • perejil
  • medio vaso de vinagre
  • 3/4 cucharadas de aceite de oliva virgen
  • pimienta 
  • sal

Lo primero que vamos a hacer es limpiar y trocear el pollo. Os recomiendo que os lo hagan en la carnicería, pues son más habilidosos y os ahorrará mucho trabajo. 

Una vez que tenemos el pollo listo, lo salpimentamos y comenzamos a freírlo en la misma cazuela que usaremos después. Esto lo hacemos para ir haciendo el fondo de la salsa. Vamos friendo por tandas el pollo, dejándolo dorado, y vamos apartándolo a un plato hasta que tengamos todo el pollo frito. 

Picamos la cebolla y machamos en un mortero los ajos junto con el perejil. Comenzamos a pochar la cebolla en la cazuela, en el mismo aceite. Le echamos un pellizquito de sal. Cuando la cebolla está, añadimos los ajos y el perejil machados y rehogamos un poco.

Reintroducimos el pollo en la cazuela, añadimos el laurel y el vinagre y removemos. Dejamos evaporar el alcohol del vinagre unos instantes y añadimos el agua hasta casi cubrir el pollo. Ponemos a cocer, y cuando hierva, bajamos el fuego a la mitad para que se vaya haciendo despacito. Dejaremos reducir la salsa al gusto.

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