Hacer mermelada es un muy buena idea cuando tenemos fruta que esta a puntito de estropearse, y que de otra manera terminaría en la basura. Es muy fácil de hacer y nos endulzara las mañanas. En este caso he utilizado moras, arándanos y frambuesas, que después de unos días comenzaban a ponerse blanduchas y la perspectiva de comerlas en breve era escasa.
Ingredientes:
- 75 gr de arándanos
- 50 gr de frambuesas
- 25 gr de moras
- 150 gr de azúcar
- medio limón
- 15 ml de agua
Lo primero que haremos es lavar la fruta y pesarla, pues después añadiremos la misma cantidad de azúcar que de fruta. En mi caso la fruta pesaba 150 gr, así que le añadí 150 gr de azúcar.
Ponemos todo junto en un cazo, incluida el agua y el sumo de medio Limón, y ponemos a cocer. Una vez que empiece a hervir, bajamos el fuego a fuego bajo, de manera que hierva pero no se queme.
Dejamos reducir el agua y el exceso de líquido de la propia fruta, hasta que presente un aspecto gelatinoso.
Estando aún caliente lo pasamos a un territorio y destapado lo dejamos reposar hasta que se enfríe. Después lo tapamos y a la nevera para conservarlo.
Nota: podéis darle numerosos usos después, para acompañar un yogur, unas tostadas, queso... e incluso para darle un toque dulce algún plato de carne. Espero que disfrutéis de vuestra propia mermelada.
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